Pensamiento mítico y el pensamiento filosófico | Juan Carlos Beltrán

Pensamiento mítico y el pensamiento filosófico

Existen dos etapas del pensamiento en la historia del ser humano, las cuales consituyen el raciocinio de la raza, la evolución de esta a medida del tiempo.

Primer tipo de pensamiento: Mítico

El pensamiento mítico fue el primer intento de los seres humanos por intentar explicar el mundo que los rodeaba y el porque de las cosas, estos antiguos pensadores prerracionales explicaban su entorno mediante personajes fantasticos, relatos fantasticos, los cuales eran acriticos y lo más importante en esta etapa fueron los dioses, a estos se les atribuía todo y dependiendo de la cultura había un dios para cada cosa o uno solo para todo, pero generalmente eran varios, en esta etapa el mundo no poseía leyes fijas y la explicación era tradicional.

Gracias a los dioses y a los demás métodos los antiguos pobladores de la tierra pudieron explicar el porque de las cosas de una manera no racional, pero alguien en algún punto se dio cuenta de que no podían probar la existencia de estos dioses ni tampoco que ellos hicieran dichas cosas, lo que nos da paso al pensamiento filosófico como ciencia.

Segundo tipo de pensamiento: Filosófico/Racional

En este tipo de pensamiento el ser humano se da cuenta de que no puede explicar las cosas por medio de relatos o dioses que nadie conocio ni pueden comprobar que existen, por lo tanto se intento dar un orden y explicar las cosas mediante la ciencia y el conocimiento del funcionamiento racional y ordenado de las cosas, por ejemplo de la naturaleza, el sol, las estaciones...

Cada pregunta llevaba a otra pregunta lo que desenboco eventualmente en el desarrollo veloz de la humanidad la cual se nutre de preguntas que al ser respondidas llevan a más preguntas y por lo tanto el ser humano se dio cuenta de que no existe una verdad absoluta, también que siempre tiene que prevalecer la razón y que siempre las explicaciones a los sucesos o realidades seran explicaciones criticas.

Juan Carlos Beltrán.